
Pintar sonidos y escuchar dibujos.
La relación que existe entre la imagen y el sonido es uno de los pilares de los dispositivos multimedia. La relación intrínseca que tienen ha sido debatida durante mucho tiempo y a su vez ha representado una de las señas de identidad de muchos estilos y estéticas. En esta ocasión, presentamos las diversas aplicaciones que exploran estas relaciones.
La realidad es que esta relación audiovisual se viene estudiando desde cientos de décadas, donde ya se reflexionaba acerca de la naturaleza común de las diferentes disciplinas artísticas. Básicamente, era uno de los ideales de periodos artísticos como el conocido romanticismo.
Bajo el concepto de unir las artes se cristalizó la ópera de Wagner aspirando a la obra del arte total. La relación que siempre hubo entre la música y la pintura tuvo otros puntos álgidos en el impresionismo de la mano de Debussy o Monet como también en el expresionismo de la mano de Schonberg o Kandinsky. Probablemente, este último es quien haya sido una de las figuras que más reflexionaron en la antigüedad sobre esta relación y es quien escribió sobre ello en una obra paradigmática:
“Punto y línea sobre el plano”.
Así, es que con las vanguardias del siglo XX lmuchosos compositores acercaron aún más la relación entre el sonido y la imagen. Las partituras, en muchas ocasiones, no eran tales como se reconocen, sino que más bien eran representaciones gráficas de lo sonoro.
Otros estudios también caracterizaron a estas asociaciones entre el sonido y la imagen desde la sinestesia. Vale destacar que es un fenómeno sensoperceptivo por el que se aglutinan los sentidos de forma tal que un estímulo puede provocar una respuesta en un sentido. En principio, es ajeno a la naturaleza de dicho estímulo.
Un claro ejemplo es que -aunque no lo notemos claramente – los sonidos provocan la visualización de colores (son las sinestesias más habituales). Incluso, a muchos compositores se les han atribuido este tipo de asociaciones sinestésicas como fue el caso de Alexander Scriabin u Oliver Messiaen, entre muchos otros.
Pero bien, sin dudas, la era intermedia fue quien ha cristalizado estas relaciones. Así es que se asume con naturalidad todo aquello multimedia en diversos dispositivos. Puede ser desde la propia pc o web, como una tablet o el Smartphone. Sin embargo, es necesario aclarar que hay ciertas apps que explotan y de manera muy especial esta relación.
Las apps que dibujan la música
Así es el caso de Graphical Music Lite. Es una app para iOS que tiene el trabajo de interpretar musicalmente todos aquellos dibujos que fueron realizados en la pantalla. Asimismo, permite elegir diversos instrumentos como también algunas opciones de edición en el sonido.
“En la antigüedad. En De sensu et sensibilia, Aristóteles afirma que la estética de los grupos de colores está gobernada por las mismas proporciones que gobiernan las consonancias musicales”.
Draw Music, es otra interesante app para iOS. También convierte a los grafismos en relajantes sonidos como: SoundBrush, o Gliss and Artikulator. En resumen, cualquiera de estas aplicaciones funciona de un modo muy similar, precisamente con líneas que luego son interpretadas musicalmente pudiendo elegir entre diferentes instrumentos, tempos y mucho más. Además, lo interesante es que el resultado se puede modificar las veces que se quiera y salvar para luego compartirlo con otros usuarios. Existen varios vídeos ilustrativos para ver realmente cómo funcionan.
En ellos se pueden observar cómo es tan fantástica la relación que existe entre el sonido y el grafismo que casi siempre siguen una pauta aleatoria. Muchas veces es apoyada en la relación más habitual de esta manera:
La altura en un eje vertical (son los sonidos más agudos arriba y los graves abajo) y la duración en un eje horizontal (los sonidos largos en líneas largas). Es justamente en esta relación sobre la que se basan, en gran parte los grafismos no convencionales y que muchos de los compositores de las vanguardias pertenecientes al siglo XX utilizaron en sus obras.
No caben dudas, que mientras más nos adentramos a las relaciones entre la música y la pintura, más corroboramos que son tan profundas como difíciles de explicar. Desde las primeras vanguardias hasta estos días, ha ido evolucionando cada vez más.
Ya lo decía y escribía Kandinsky: “calidad acústica de los colores” y también el famoso DJ Richie Hawtin en una parte de la obra del pintor Mark Rothko cuando realizaba sus mezclas. En ese sentido, para quienes desean ir en búsqueda de más, Sandra Estrada y “Mind Revolution” no han hecho más que continuar investigando sobre esta relación aportando unos acordes cromáticos de un incuestionable interés.