
Estas son las guitarras más caras de la historia
Desde Jimi Hendrix, John Lennon o Stevie Ray Vaughan tocaron las guitarras de esta lista que están dominadas por una marca, Fender y un guitarrista, Eric Clapton. Cualquiera de ellas hoy en día sigue siendo objeto de deseo y veneración de los fans.
Sus diseños son el reflejo de fiereza de sus dueños y dueñas, como también símbolo de rebeldía y es que, son guitarras del icono del rock por excelencia. Sin dudas, siempre existirán quienes estén dispuestos a pagar auténticas fortunas por ellas.
Un claro ejemplo ha sido el último. Un magnate australiano llamado Peter Freedman. Es un empresario de la industria del sonido que, durante una subasta ha adquirido la Martin D-18E acústica del año 1959 que usó Kurt Cobain en el archiconocido disco en directo «Unplugged» de Nirvana. Se gastó nada menos que 6,01 millones de dólares (unos 4,85 millones de euros) y eso la convirtió en la más cara de la historia.
Sin embargo, la supera la Fender Stratocaster que fue usada por David Gilmour, de Pink Floyd. Esta fue vendida por 4 millones de dólares en 2019 durante una subasta en la casa Christies destinada para obras de caridad. La “Black Strat” fue parte integral de la grabación de ciertos álbumes de los más legendarios del grupo británico, como: “The Dark Side Of The Moon” en 1973, “Wish You Were Here” en 1975, “Animals” en 1977 y “The Wall” en 1979.
Vale destacar que en la misma subasta se vendió también por casi 2 millones de dólares una Stratocaster blanca del año 1954. Este modelo se usó en la grabación de “Another Brick in the Wall pt.2” y una Martin D-35 que fue usada en “Wish You Were Here” también por casi 2 millones. En total, Gilmour consiguió recaudar 21.5 millones de dólares para la organización ClientEarth, quienes desde hace años buscan imponer cambios legales para frenar el cambio climático.
La que sigue en la lista es otra Fender Stratocaster: “Reach out to Asia”. Esta fue firmada por Eric Clapton, Keith Richards, Mick Jagger, Ronnie Wood, Brian May, David Gilmour, Jimmy Page, Jeff Beck, Mark Knopfler, Pete Townshend, Tony Iommi, Angus Young, Malcolm Young, Sting, Ritchie Blackmore, Def Leppard, Bryan Adams, Liam Gallagher y Paul McCartney. Luego fue vendida y se lograro recaudar fondos para las víctimas del tsunami del 2004. Consiguieron 2,7 millones de dólares.
También está la Gibson J-160E electroacústica del año 1962. Ese modelo fue propiedad de John Lennon en la época de los Beatles. Se había perdido durante una gira en 1963, pero misteriosamente apareció décadas después en una tienda de San Diego. Aparentemente, alquien quiso que fuera de su propiedad y pagó 2,4 millones de dólares en una subasta que se realizó en 2014.
Por su parte, el magnate y filántropo Paul Allen también compró una de las guitarras más caras del mundo. Es otra Fender Stratocaster que la tocó Jimi Hendrix en el festival de Woodstock en 1969. Ésta costó 2 millones de dólares y ahora se encuentra exhibida en la Experience Music Project de Seattle.
Existen 2 guitarras de Gilmour que alcanzaron casi 2 millones de dólares. Se trata de la guitarra Doug Irwin que tiene un lobo pintado y perteneció a Jerry Garcia de The Grateful Dead. En esos tiempos la bautizó como “Wolf”. En 2002 fue donada al Southern Poverty Law Center para que la subasten y recauden fondos. Se vendió por 1,9 millones de dólares.
Otra guitarra que es considerada un tesoro nacional por el Gobierno de Jamaica. La construyeron en 1979. Se trata de una Washburn Custom a medida para Bob Marley. Vale recordar que solo pudo usarla un poco más de un año por el cáncer que contrajo y que finalmente acabó con su vida. En ese momento, cuando vio que no podía seguir tocando, se la regaló a su técnico de sonido Gary Carlsen. Este, unos años después la vendió por 1,2 millones de dólares a algún fanático del reggae.
Vale destacar que luego se fabricaron solo 10 ejemplares de esta Gibson Korina Explorer en 1958. Sin embargo, lo que hace única a esa obra de arte es que fue tocada por Slash, Kirk Hammett y Rick Nielsen antes de que fuera subastada por 1,1 millones de dólares.
Un caso en particular fue Duane Allman que usó esa Gibson Les Paul Goldtop del año 1957 en los dos primeros discos de los Allman Brothers. Asimismo, también fue usada en la grabación de “Loan Me a Dime” con Boz Scaggs. En 1977, tan solo 6 años después de su muerte, apareció un comprador, la restauró y la conservó durante décadas. Decidió prestarla para ser expuesta en el museo Allman Brothers Band The Big House, en Macon. En agosto de 2019 alguien anónimo pagó por ella 1 millón de dólares.
Para quienes recuerden aquel debut de los Rolling Stones en el show de Ed Sullivan, el modelo Les Paul del año 1959 es la guitarra que tocó Keith Richards. En 2003 se subastó por 1 millón de dólares.
Otro modelo de guitarra es la Fender Stratocaster que Bob Dylan tocó en el Newport Folk Festival en 1965. Se vendió a 965.000 dólares y es que ha sido el instrumento que protagonizó uno de los momentos más importantes de la historia de la música popular.
Con un precio un poco menor que la anterior, con 957.000 dólares, hay otro modelo de guitarra que perteneció a Jerry Garcia. Era el modelo Doug Irwin y estaba personalizada. Se llamaba “Tiger” y la usó entre 1979 y 1989. Finalmente la compró el presidente de los Colts de Indianapolis en 2002.
Otro caso es la guitarra que usó Eric Clapton. Se trata de una Gibson ES-335 de 1964. Sin dudas, mucha historia. De seguro alguien no se pudo resistir y pagó 847,500 dólares en una subasta de Christie’s en el año 2004. Luego se convirtió en la tercera guitarra más cara del mundo en ese momento.
Cerrando esta lista de las guitarras más caras del mundo está la Fender Stratocaster Gold Leaf. En 1996, un músico en particular ordenó que se fabricara una guitarra “digna de un museo” con motivo del 50º aniversario de Fender. La marca atendió su petición y le entregó esta joya personalizada bañada en oro de 23 quilates. Más tarde fue subastada por 455.000 dólares. Si nadie se imagina quién era ese músico, les diremos que ha sido Eric Clapton, que también ostenta en esta lista con la Brownie Stratocaster, el modelo de guitarra que hizo sonar en “Layla”.